Viktor Klemperer

Viktor Klemperer amaba a Alemania, estudió apasionadamente su cultura, diseccionó amorosamente su lengua, incluso arriesgó su vida por ella... y, sin embargo Alemania, sus nacionalistas, quisieron matarlo. No lo consiguieron, pero destruyeron su mundo. Y es que Viktor Klemperer era de raza judía.
  Nacido en pleno imperio aleman, en Landsberg an der Warthe, actualmente en Polonia, en 1881, fué el octavo hijo de un rabino y primo de uno de los mas famosos directores de orquesta de la època, Otto Klemperer. Su hermano Otto fué médico personal de Lenin.
 A los 9 años se trasladó con la familia a Berlín. Ya despuntaba en él una inteligencia poco común y estudió a la vez Filosofia y Filologías Románica y Germánica en varias universidades- Munich, Ginebra, Paris y Berlín-. En 1905 comenzó a trabajar como periodista en Berlín donde siguió ampliando sus estudios hasta los 31 años. En el ínterin se casó con su n novia Eva  y con ella se trasladó a Munich. Allí completó su doctorado bajo la tutela de Karl Vossler, prestigioso lingüista. se convirtió al protestantismo abandonando la religión judía. En 1914 ganó una cátedra en la Universidad de Nápoles. Tenía 33 años y la vida le sonreía.
 Entonces lo dejó todo para servir a su Patria. Comenzaba la I Guerra Mundial y, aunque era demasiado mayor para ser movilizado, se alistó voluntario en el Ejército Alemán. Sobrevivió a la misma y fué condecorado. Volvió a sus clases. Todo iba bien hasta que en 1933 los nazis llegaron al poder. Entretanto Klemperer se había destacado como uno de los mejores lingüistas de Alemania. El mismo año de la ascensión nazi al poder, Viktor comenzó un diario que es uno de los mejores documentos sobre la vida cotidiana en la Alemania nazi. Los diarios inciden en como los nazis  lo primero que hicieron fué pervertir el lenguaje creando una nueva jerga - uno de los primeros ejemplos de lo politicamente correcto-que impusieron a la sociedad alemana como medio de subvertir sus valores. La utilización del entrecomillado irónico, al imposición de nombres nórdicos, la machacona usanza de conceptos como "sangre y suelo", la glorificación del fanatismo, el desprecio del concepto intelectual, la valorizacion de lo pasional y sobre todo la defensa de la lengua alemana como simbolo de identidad racial amenazada.
 En su obra Viktor también retrata las condiciones de vida de los judios, gradualmente endurecidas. Cuando Hitler llegó al poder Klemperer era catedrático jefe del Departamento de Filología Románica de la Universidad de Dresde. Además era un autor famoso por sus ensayos sobre literatura francesa. Por eso los nazis fueron a por él. No podían tolerar que una de las glorias de la cultura alemana fuera judío.
 Inmediatamente le aplicaron las "leyes de Nuremberg" de 1935. Fué expulsado de su cátedra y se le prohibió la posesión de libros y el acceso a las bibliotecas públicas. Eso era como matarlo intelectualmente.
 Como su esposa, Eva, no era judía  se salvó, de momento, del holocausto. Pero la Gestapo irrumpía en su casa frecuentemente donde era golpeado. Sus diarios se convirtieron en su tabla de salvación psicológica-le ayudaron a "evadirse del horror" diría-.
En 1940, con 59 años, el matrimonio Klemperer fué internado en el ghetto, perdiendo su casa. Fueron obligados a trabajar en la industria de guerra. Las palizas se hicieron mas frecuentes. Le robaron lo poco que le habían dejado, incluso los alimentos racionados. Pero Viktor seguía aferrándose a sus diarios, sabedor de que su descubrimiento sería la muerte.
 Pero llegó lo inevitable. Tres meses antes de terminar la guerra recibió la orden de ingreso en un campo de concentración. Sin embargo aquella noche el horror vendría en su ayuda. Comenzaron los brutales bombardeos de Dresde. En la confusión se arrancó la estrella de David que lo identificaba como judío y, con su familia, salió de la ciudad. Caminaron a pié hacia el sur hasta encontrar a las unidades de vanguardia del Ejército de los Estados Unidos. Estaban salvados. El campo en el que tenía que ingresar esa misma noche tenía un nombre que se hizo tristemente famoso: Auschwitz.
 Sus diarios se salvaron con él y con él estuvieron en un campo de refugiados hasta que volvieron a Dresde, al final de la guerra. Tuvo la suerte de poder recuperar su casa, ahora en zona soviética. Después de la guerra se convirtió en uno de los mas importantes intelectuales de la Alemania comunista  Fué catedrático en Greifswald, Berlín y Halle. Pero pronto comenzó a desengañarse de sus nuevos amos. Veía muchas similitudes entre la tiranía hitleriana y la comunista. Le prohibieron publicar sus diarios. Su esposa Eva murió en 1955 y al año siguiente volvió a casarse. Su nueva esposa se empeñó en conservar los diarios. Klemperer murió en Dresde en 1960 .Los diarios no vieron la luz hasta 1995, después de la caída del muro de Berlín. Su esposa, Hadwig, ´lo había conseguido. Hoy constituyen uno de las crónicas mas emocionantes y precisas de la barbarie nazi. Es una obra que deberíamos leer todos y sobre todo nuestros jóvenes.
En España están publicados bajo el título "Quiero dar testimonio hasta el final" (2 tomos) y publicados por "Galaxia Guttemberg" en 2003.

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