Frankie y Gina eran la envidia de cuantos los conocían. Aunque eran muy distintos, o quizás por eso, se enamoraron en cuanto se conocieron. Y se conocieron en la cafetería que hoy era suya. Antes Frankie pasaba por allí todas las mañanas, camino de los mas diversos trabajos que le permitian sobrevivir. Gina, entonces, era camarera. Frankie siempre se sentaba en la barra y pedía un café y una rosquilla para llevar, pués entraba muy pronto a trabajar y no tenía tiempo a pararse a desayunar. Entonces hablaba brevemente con Gina, mientras la veía prepararle el café.
Poco a poco fueron tratando temas mas íntimos, en esos momentos que Gina, inconscientemente, se esforzaba por dilatar y que a Frankie le gustaban tanto. Luego vino la primera invitación a cenar. En un año estaban casados y en dos tuvieron a Ray,lo mejor que les había pasado. Además, en aquellos dias el dueño del bar se retiró y se lo ofreció a Gina. Con mucho esfuerzo y los ahorros de los dos pusieron en marcha su propia cafetería. Era un refugio excelente para transeuntes de paso, para los vecinos del bario, para blogueros obsesivos- pues fueron los primeros en instalar Wifi- o para lectores románticos.
Frankie le decía todos los dias que la quería, y a ella le gustaba. Unicamente una "nube" parecía amenazar su felicidad. Frankie declaraba su amor desesperado a Jennifer López cada vez que salía en un video o sonaba en la radio. Gina se reía, tomándolo a broma cuando el decía que si un dia JLo entraba por aquella puerta él lo dejaría todo para seguirla. Pero....¿Que posiblidades habia que JLo apareciera?.
Pero como la viada, a veces, es tan perra, un buen dia de verano unos tipos de mas de dos metros, con audífonos, trajes negros y armas poco disimuladas en el cinturón irrumpieron el establecimiento. Todos se quedaron callados. Los tipos solo pidieron un café cubano para llevar.
Al poco la puerta de la limusina aparcada fuera, se abrió lentamente. Y de ella, lentamente, con paso felino y enfundada en unas mallas negras bajó JLo. Frankie palideció.
-¿¡Donde demonios está mi café, inútiles!?
- Disculpe señora es que...-balbuceó uno de los gigantones.
- Ni disculpe ni nada. A ver tú, dame de una vez mi café- dijo dirigiendose a Gina
Esta, visiblemente nerviosa, manipulaba la máquina.
- A ver tú, tío,- espetó a Frankie-, ¿es que aquí no habeis recibido nunca a una estrella?
Entonces Frankie se fijó en ellas. Frente a frente, las dos, a ambos lados de la barra. Por un lado la estrella de sus sueños, la latina de oro, el culo mas famoso del mundo, enfundado en licra. Espectacular. Por el otro Gina
El admirador de JLo, entonces, se dirigió a su esposa y le susurró; deja, ya me ocupo yo. Y mirando a la cantante le dijo:
-Señora, aquí servimos a todo el mundo igual. Tendrá que esperar su turno. ¡Ah!, por cierto. Aquí no hay mas estrella que mi esposa, la mujer mas guapa del mundo.
¿Te supone el Año Nuevo un reto?
Hace 4 años
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