Billie Holiday

Billie nació en Baltimore, Maryland, en la primavera de 1915.Su madre, Sadie, tenía quince años y su padre quince. El era músico de Jazz y las abandonó al nacer Billie. Su verdadero nombre era Eleanora Fagan, pero le pusieron ese nombre en honor a Billie  Dove, una actriz. Abandonada por su padre, su madre marcha, cuando Billie era todavía una niña, a Nueva York, en busca de trabajo. La pequeña queda con la familia materna, que vivía de la delincuencia. La niña tiene que pagarles por mantenerla y se dedica a limpiar casas y a hacer recados en un prostíbulo cercano, donde es violada. Cuando tiene diez años es enviada a la escuela pero solo irá dos años. Desde los doce años fuma marihuana
 Cuando tiene 13 años su madre la reclama a Nueva York donde Billie, primero ayuda a su madre como limpiadora y luego se prostituye. Es detenida y pasa cuatro meses en prisión. Tras salir de la carcel acude a una prueba en el “Cabin Lodge” donde es contratada como cantante sin sueldo. Vive de las propinas. Tiene 18 años cuando es descubierta por el cazatalentos del Jazz John Hammond que la alaba en su columna y le organiza una sesión con la orquesta de Benny Goodman. Este queda impresionado y la presenta en el mítico “Apollo” de Harlem. Es el único miembro negro de la orquesta y ha de entrar por la puerta de atrás. Dormía en pensiones de mala muerte mientras los demás se alojaban en hoteles.
 Dos años después triunfa en la mítica calle 52 y graba con Duke Ellington y Teddy Wilson. Entonces conoce al genial batería Ben Webster quien la toma bajo su protección y la presenta a los grandes: Young, Eldridge,Carney, Hodges. En esta época descubre un instrumento que otros músicos de Jazz se niegan a usar, el micrófono. Con Lester Young, a quien acompaña en sus solos, llega a la cumbre.
 El paso siguiente es formar su propia orquesta, con ,entre otros, Artie Shaw y Cozie Cole. Trabaja con los mejores y comienza las giras. En 1939 decide volver a Nueva York y se convierte en la principal atracción del Café “Society” en el bohemio Greenwich Village. Entonces graba “Strange Fruit” su gran himno contra el racismo, asunto que otros músicos no se atrevían a tocar. Con 25 años empieza a sonar asiduamente en la radio y es reclamada por los mejores clubs del país. Tiene un gran éxito con “Lover Man” y “God Bless the Childs”. Alguna de sus canciones es prohibida en la radio por “inducir al suicidio”. Esta es la época en la que Billie se hunde en el mundo de la droga, sobre todo heroína, y el alcoholismo.
 Pero su carrera no para de ascender. Inicia una serie de grabaciones míticas con Eldridge, Hawkins, Bigeard y Tatum. En 1946 graba CON Louis Armstrong la BSO de la película “New Orleans” en la que actúa como criada. Conecta muy bien con Louis y se hacen amigos.
 Pero Billie es cada vez mas desgraciada. Marcada por una infancia terrible, las violaciones y la prostitución, su soledad la atormente. Toda la fuerza que desarrolla en el escenario se vuelve fragilidad en su vida íntima y va de relación en relación buscando una cura para su alma que nunca encontrará. En 1947 es detenida por tenencia de drogas y pasa meses en prisión.
 Reaparece, a lo grande, en el “Carnegie Hall”. Graba con Red Norvo y aparece en televisión con algunos de sus mejores compañeros, entre ellos Basie y Armstrong. Graba con el gran saxo Stan Getz y se somete a una cura de desintoxicación. Con Getz estará cinco años, su etapa profesional mas larga.
 Con 38 años reaparece en TV envejecida poCBS, en un programa sobre la historia del Jazz. Desde 1956 deja la droga pero su alcoholismo se agrava. Pasa el año siguiente en California donde se reencuentra con Webster y publica su autobiografía: “La Señora que canta Blues”. Tiene 43 años cuando vuelve a Nueva York y su salud no le permite cumplir todos los compromisos profesionales. Además los clubes le estan vetados por sus condenas. Actúa, en Mayo de 1959, en el “Phoenix Theatre” de Nueva York. Será su último concierto. A finales de mes sufre un colapso y ha de ser hospitalizada. Es inculpada, de nuevo, por tenencia de drogas. Muere semanas mas tarde de cirrosis.Muere sola, sin ninguno de los muchos hombres que pasaron por su vida a los que tanto dió y que tan poco la quisieron. Antes de morir fué estafada por su asesor fiscal que le dejó solo 750$. Está enterrada en el cementerio del Bronx.
 Su voz sensual, casi infantil, espontánea como ella, es un auténtico instrumento único en el Jazz. Versátil y al tiempo personal. Juega con la melodía y se salta todas las normas musicales con un resultado perfecto. Hasta finales de los cuarenta, cuando le falla la salud, se convierte, con razón, en la jazzlady mítica por excelencia. Lo lamentable es que su expresividad y su emotividad nacieran de un alma torturada que, aunque alcanzó cotas artísticas insospechadas, acabó matando al cuerpo que la albergaba.Pero la artista es inmortal
 Su voz no era potente, como la de otras compañeras, pero su tono respondia a la teoria de “Fats” Waller de que en el Jazz es mas importante el "como" que el "que". Su voz suave, matizada, sensible, cultivada, forma parte fundamental de la música del siglo XX. En una ocasión le preguntaron el secreto de su interpretación, sobre todo en el Blues. Ella contestó; "Porque yo he vivido estas canciones"
 

2 comentarios:

Egeria dijo...

Me encanta, pero me produce una inmensa tristeza su música, para oirla no puedo estar de bajón, pués acabaría de hundirme.

Leonidas dijo...

A mi me pasa lo mismo, Egeria. Es como si a través de sus interpretaciones te estuviera contando su vida. Y,aunque no entiendas su lengua, captas lo que te quiere decir. Es hermosamente triste. Gracias por tu comentario. Un beso

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