El Cine de Peter Weir

Es uno de los últimos clásicos. Sus películas reunen calidad en la puesta en escena, actores sólidos, bandas sonoras bien elegidas y un sabor antiguo en el mejor sentido del término.
 Peter Weir nació en Sidney, Australia,  en 1944, rodeado de las extensas praderas. Su padre era agente inmobiliario. Creció viendo las películas de la Hammer o de Hitchcock. Peter no término la universidad y se puso a trabajar con él. Joven inquieto en una década explosiva, deja el trabajo y se dedica a viajar por Europa, donde se aficona al cine. Vuelve  a casa con una vocación definida, empapada de contracultura.
 Debuta, con 27 años, como director de una parte de la película "Three to go". Tres años mas tarde dirige, en solitario, "The Cars that ate Paris", una comedia negra.  Pero es con "Picnic in Hanging Rock"(1975), adaptación de una obra de J. Lindsay, cuando se hace un nombre. Dos años mas tarde lleva a la fama al actor Richard Chamberlain- al que la tv lo con vierte en una estrella- con "La Última Ola". Forma la "Nueva Ola australiana" con Miller, Beresford, Donaldson, etc.. Pero fué con "Gallipoli"(1981) cuando Weir encuentra su propia voz. Además es la primera película que ví de él. En ella trata un episodio dramático de la historia australiana: El desembarco y campaña de Gallipoli, en 1915, que devino en el mayor desastre militar de esa nación. Un guión sólido, una ambientación cuidada, una música electrónica adecuada y una de las primeras interpretaciones memorables de un joven y bien parecido actor, Mel Gibson.
  Los ochenta sonrien a Peter y vuelve a llamar a Gibson para su siguiente proyecto, "El año que vivimos peligrosamente". Con los ingredientes del sello Weir la obra arrasa en las pantallas de todo el mundo. Es la historia sde un corresponsal durante el golpe de Sukarno en Indonesia. Su tema principal pasó a la historia del cine. Además nos regaló a Sigourney Weaver en su mejor momento. Esta cinta le abre las puertas de Hollywood y con 41 años dirige a Harrison Ford en "Único testigo". Vuelve a hacer maravillas al introducirnos en el mundo de la secta Amish y- uno de sus temas favoritos- el choque de culturas. Inolvidable Kelly McGillis y el baile en el granero con Sam Cook de fondo. La película tuvo la mala suerte de competir en los oscars con "Memorias de África" y perdió.
 Weir volvió a llamar a Ford para "La Costa de los Mosquitos", el clásico de la literatura, pero fracasa estrepitosamente. En 1989 se resarce del fracaso con "El Club de los poetas muertos", una reflexión sobre la educación que tuvo un éxito en las pantallas realmente considerable.¿Quien no recuerda a los chicos recitando a Walt Whitman?. Por desgracia perdió el oscar, injustamente, a manos de Oliver Stone. Con 56 años hace una comedia comercial pero muy divertida, "Matrimonio de Conveniencia". Peter, después se tomó cinco años sabáticos y nos sorprendió con "El Show de Truman", reflexión sobre el mundo de la tv y los realities. Soló diré que no soporto a Jim Carrey y sin embargo, en esa película me gustó. Y otra vez tuvo mala suerte al arrebatarle la estatuilla la gran "Salvad al soldado Ryan".
 Pero cinco años después Weir hace su obra maestra."Master and Commander". Tengo que confesar que soy un fiel seguidor de las novelas de Patrick O`Brian. Creo que ha publicado unas veinticinco. Me habré leido cerca de la veintena. Digo esto porque los críticos recomiendan ver, primero la película y después leer el libro. Pues bien, habiendo hecho lo contrario la película me parece magnífica. Russell Crowe no es que interprete bien al capitán Aubrey, es que "es" el Capitán Aubrey. El esfuerzo de ambientación es tan bueno que no hay otra película de historia naval que lo supere.Los secundarios, no conocidos, son magníficos. Quizás la única pega es que se quiso condensar varias novelas de la saga en una sola cinta, pero sospecho que Weir no tuvo nada que ver en ello. Parece ser que se está preparando la segunda parte. La espero impaciente.
 El año pasado Weir nos volvió a sorprender con "Camino a la libertad", historia de unos soldados que escapan de un campo de concentración soviético en la IIGM.
 Peter Weir está en su mejor momento creativo, a la edad en que otros se retiran. Injustamente carente de Oscars, este director, especialista en adaptaciones literarias, ha declarado:"Como cineasta, la primera vez que coges un libro, todas las palabras se te caen en la mesa y te quedas con las tapas, con lel esqueleto del argumento y las figuras fantasmales de los personajes, y tienes que sustituir esas palabras por imágenes"

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