La Princesa de Éboli (1540-1592)

Fué una mujer en un mundo de hombres. Fué poderosa, sin perder su femineidad, en el centro del poder del mayor imperio de su siglo. Y, sin embargo su destino fué trágico. Se llamaba Ana de Mendoza de La Cerda.
 Ana, nacida en Cifuentes, fué la descendiente de una de las familias mas poderosas de la España de su tiempo. Los Mendoza, procedentes de Álava, fueron decisivos en la política castellana desde doscientos años antes.
 El padre de Ana, Diego Hurtado de Mendoza era el quinto Virrey de Aragón. Mujeriego y disoluto, Ana no tuvo nunca un buen recuerdo de él. Ella, como todas las niñas de su linaje vió pronto decidido su destino. A los doce años fué casada con el  Gobernador de Nápoles y amigo de la infancia del entonces príncipe Felipe. El matrimonio no fué consumado hasta cinco años después, por la edad de Ana y porque Ruy, su marido, fué el enviado del ya Felipe II en Inglaterra, para preparar la boda del monarca con María Tudor. A los 17 años pasa a ser dama de la reina Juana, en Valladolid.
 Pronto Ana descolló por su inteligencia y cultura. Ninguna actividad se le daba mal. Consumada esgrimista, se decía que el motivo del parche en su cara era una lesión por la práctica de este deporte. Pero dicha lesión no le restaba un ápice de belleza. Además era una mujer con un gran gusto estético, famosa por el lujo del que gustaba rodearse.
 Mientras estuvo casada con el Principe de Éboli- nombrado a tal efecto pro Felipe II-cumplió perfectamente con lo que se esperaba de ella: Discreción, saber estar, buen gusto y...diez hijos. Entretanto Ruy vendió sus posesiones napolitanas y compró tierras en La Alcarria, con centro en Pastrana. En 1572 es nombrado Duque de Pastrana y Grande de España. Además se constituye como uno de los protectores de Teresa de Jesus, fundando en esta localidad dos conventos Carmelitas. Enseguida Ana intenta tomar el control de la Orden y se enfrenta con Teresa. Son dos fuerzas de la naturaleza.Pero Ruy muere subitamente en 1573.
 A la muerte de su marido intenta ingresar en la orden de las Carmelitas. Pero pretende hacerlo acompañada de su servidumbre y con sus lujosos vestidos. Se dice queTeresa de Jesus, al conocer la noticia exclamó" ¡La Princesa monja, la Casa doy por deshecha!"harta, ordena a todas demás hermanas abandonar el convento y dejarla sola. Ana, en venganza, escribe una tendenciosa biografía de su superiora, obra prohibida por el Santo Oficio. Seguidamente abandona el convento.
Tras la muerte de su marido comienzan los problemas económicos- pues Ana no era muy buena administradora-. Entonces acude al rey y Felipe II la toma bajo su protección. De este hecho proceden los rumores sobre su relación como amantes. Lo que si aprece comprobado es que fué amante del Secretario Real, Antonio Pérez. El secretario de Juan de Austria-hermanastro de Felipe II-descubre la relación . Antonio Pérez ya estaba bajo sospecha pues mantenía contacto con los rebeldes holandeses. Todo esto hace que Pérez huya y Escobedo sea asesinado. Ana cae en desgracia y es acusada de conspiración.
 En 1579 la Princesa de Éboli es encerrada en el torreón de Pinto y privada de la tutela de sus hijos. También se le privó de sus bienes. En 1581 es recluida en su palacio de Pastrana, donde es atentida por su hija Ana, de 21 años. Felipe ordena poner rejas en las ventnas y balcones. También manda que le sea permitido a Ana asomarse a la calle solo una hora diaria- por ello la plaza a la que daba el balcón se conoce, todavía hoy, como Plaza de la Hora-.
 Corre el año 1590 y Antonio Pérez huye a Aragón-entonces con un fuero distinto-. La actitud de Felipe II hacia Ana se endurece. No sabemos si por sentirse traicionado como monarca o como hombre. Sin embargo se hace cargo, personalmente, de sus hijos- Ana se casará con el Duque de Medina-Sidonia, Fernando llegó a Vicario General de los Franciscanos y Arzobispo de Sigüenza y Diego fué Virrey de Portugal-. La leyenda dice que Diego era hijo del rey Felipe.
 Ana murió en cautividad en 1592, siendo enterrada, junto a su marido, en la Colegiata de Pastrana.

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