Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos

“Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, escribió el poeta y efectivamente , mi amor. Han pasado ya doce años . Al principio fué una pasión abrasadora, como una tormenta caliente que nos envolvió. Fueron tiempos de sábanas revueltas, derrotadas de sudor y perfume, de prisas por desnudarnos y después de vestirnos. Buscábamos la ropa que no aparecía . Los fotogramas cobraron vida y el arrebato estableció sus propias normas, su coreografía. Muy pocos de tus pendientes sobrevivieron emparejados. Hoy habitan algún rincón inexplorado de mi casa. Aquellos fueron días de surcos hirientes en la piel devorada. Esos que a ti te asustaban y a mi me hacían reír.
 ¿Recuerdas a aquellos “amigos” que no nos daban más que unos meses? ¿A aquellos que no querían que estuviéramos juntos mas que unos meses? ¿Dónde estarán ahora?. Es curioso pero la propia dicha es un tamiz para los supuestos amigos. De esos que como nunca han probado la felicidad no pueden concebirla.
 Nosotros……Nosotros que evolucionamos como uno solo. Que por fin podíamos hacer un alto en nuestros encuentros para leernos, para narrarnos nuestras propias películas, siempre en blanco y negro, como los sueños.
También llegaron los malos tiempos. Fracasos laborales, hospitales…. Pero lo nuestro siguió. Y poco a poco fuimos transformándonos. Sin darnos cuenta llegaron las charlas de café, nuestra competición de chistes malos .Empezábamos a pensar mas con la cabeza que con otras partes y del fuego de la pasión transitamos hacia el calorcito de la sensualidad, de la ternura, de la caricia improvisada.
 Nuestros vecinos que fueron testigos de nuestra sonora pasión desatada ahora no pueden oír los ronroneos de placer sereno, largo, húmedo, eterno, cómplice. Es cierto, No somos los mismos, pero yo creo que somos mejores. Mas placidamente felices en nuestro mundo en el que la yema de un dedo lo es todo, en el que un susurro es una poderosa poción y una mirada es definitiva. Porque es cierto que se puede hablar con los ojos. ¡Qué cosas¡,¿ verdad ?.