25 años



Fabio se levantó, como todo los domingos, mas tarde. Hubo una època en que le gustaba pasar el ùltimo día de la semana durmiendo, tras una salvaje noche de sábado, pero de eso hacía mucho tiempo. De todo hacía mucho tiempo.
Ahora, frisando los cuarenta y cinco años, le gustaba levantarse a media mañana, ordenar y limpiar un poco su casa, ducharse y vestirse con calma y bajar al centro.
Entonces se dirige a su cafetería de costumbre, con su agradable música de Jazz o Celta, se coloca en la mesa del fondo y pide, aunque el camarero ya se lo sabe de memoria; un desayuno completo. A continuación en el expositor de periódicos coge los tres o cuatro mas importantes.
Pasadas un par de horas, se dirigió, como de costumbre,a "su" librería donde buceó hasta encontrar un par de libros,como siempre en edición de bolsillo.Satisfecho con su adquisición condujo sus pasos al restaurante del que era cliente tiempo atrás y
en el que degusta el menú cada domingo.
Mientras espera ser servido, ojea sus libros.Entonces lo vió. Unas mesas mas allá, había una pareja y el tipo.....¡No puede ser!.No puede ser Julián. Está mas gordo y calvo, ya no lleva gafas, pero....¡Claro que es él!, es Julián con 25 años más.
Entonces Julián también lo vió. Con un gran gesto de sorpresa, algo impostado, el amigo se dirigó a su mesa.
-¡Coño, Fabio!. No me lo puedo creer.¿Eres tu?, ¡Claro que eres tu, cabronazo!
Se fundieron en un abrazo, mas sincero por parte de Fabio.
Entonces Julián lo arrastro hasta su mesa y le presentó.
-Iria, mira, este es Fabio, mi mejor "colega" de la Universidad
-Fabio, esta es Iria, mi chica.¿A que está buena?, susurró.
Iria esa ostensiblemente mas joven que nosotros, muy neumática y silenciosa, y lo poco que dijo justificó el porqué.
Conforme Julián iba desgranando sus triunfos de los últimos veinticinco años, Fabio iba llegando a la conclusión de que ese no podía ser su amigo
Fabio llegó a la Residencia Universitaria en 1984. Enseguida le disgustó. Él, que era un idealista y un poco ingenuo, se había imaginado un ambiente universitario pleno de tertulias y amor por el saber. Sin embargo se encontró con un grupo de parásitos,pijos, cuyo unico aliciente intelectual era engañar a sus padres para aumentar la financiación de las copas de los jueves.
Sin embargo, entre los cientos de residentes, encontro a tres que, aùn haciendo una carrera distinta, se le parecían. Los tres eran muy distintos, pero compartían el gusto común por la lectura y la tertulia. Compartían mesa en el comedor y enseguida fueron marginados por el resto. les dió igual. Los jueves, al acabar de cenar, iban a la habitación de Julián, que era el afortunado poseedor de una cafetera eléctrica y hablaban de religión ,política ,música ,mujeres ,libros ,historia ,etc , etc .
Pero con el que mejor se llevaba Fabio era con Julián, dos años mayor y que era su "tutor" en aquel mundo, nuevo para él. Incluso, Fabio, se vió en el dilema de enamorarse de la novia de Julián: María.
¡Como le había dolido a Fabio que su amigo dejara a su novia!. ¡Y para eso èl se había mordido las ganas de ella!,¡Para que al final de su carrera Julián le dijera que quería abrir una nueva etapa sin María!.
Entonces algo sacó a Fabio de su ensoñación. La operada versión de María, por debajo de la mesa, mientras su amigo parloteaba, le puso la mano en la pierna y la subíò. El no daba crèdito. Como el rayo apartó, lo mas discretamente que pudo, la pierna. Ella se puso colorada y se levanto al servicio.Cuando volvió estaba mas animada y tenía una pequeña mancha blanca bajo la nariz.
Entonces Julián, en un gesto que no hubiera tenido 25 años atrás dijo:
-¿A que está buena?. Es ideal. Habla poco, piensa poco y le encanta follar conmigo. La tengo comiendo de mi mano.
Entonces, Fabio no pudo más y le preguntô;
- ¿Sabes algo de María?
- Ni idea, no quedamos muy bien
Julián siguió la conversación glosando sus triunfos. A Fabio ni le preguntó. Sabía que había dejado la carrera al tercer año. Una serie de problemas personales y aquella Universidad en la que la selección se hacía dentro y no al entrar, lo habían quemado.
Volvió a quedar con los otros tres del grupo, ahora profesionales de éxito, mientras él iba de contrato en contrato temporal y mileurista. Y entonces Julián dejo de considerarle uno de los suyos.Aquellas tertulias en que juraron que nunca cambiarían quedaban muy lejos. Y una especie de "Alien"(pelìcula que les encantaba analizar plano por plano, por cierto) se habia acabado por tragar a su amigo, vomitando aquella mala imitación.
Fabio ya no pudo más, apresuradamente se terminó el postre y puso una mala disculpa para irse. Julián ni siquiera se ofreció a pagar la comida.
Con los pensamientos revueltos por la experiencia,se dirigió al multicine de costumbre.Cuando urgó en sus bolsillos para coger la cartera lo encontró.En un papel, la amiga operada de Julián le había escrito su móvil y un horario "seguro". Tiró el papel en la primera papelera y entró en el cine.Entonces la vió. Era aquella taquillera de los ojos negros y sonrisa de niña que tanto le gustaba, con la que hablaba de música, cine en blanco y negro y libros de bolsillo, lo que había originado las protestas de la cola. Entonces, sin más, ella le dijo; Si quieres, cuando termine nos tomamos un café. Por megafonía sonaba "Like a Virgin" de Madonna, que arrasaba con su video allá por 1984, hacía 25 años y toda una vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario