Alfredo siempre fué un niño difícil. Raro decía su abuela. Desde muy pequeño prefirió la soledad a la compañía de otros niños.En esa soledad desarrolló una gran imaginación y un afán por conocer el porque de las cosas extraño en infantes de su edad.
Sus padres, que lo querían mucho, enseguida se preocuparon. También, como suele suceder, opinaron amigos y familiares. El que màs y el que menos era un "experto" en psicología infantil. Que si Alfredito leìa demasiado, que si lo estais malcriando, que si va a tener algo malo en la cabeza. Hasta el abuelo Paco, tacaño hasta en palabras, soltó un día;"Este crio está chalao". A lo que la abuela Carlota le replicó inmediatamente; "No digas eso, majadero, que le vas a crear un trauma"y el abuelo Paco reaccionó, como siempre,despuès de gruñir, volviendo a guardar silencio.
El colmo del niño es que cuando Tenía cuatro años se creó un amigo invisible, al que llamó Nicolás. Hasta ahí todo normal. ¡Pero es que insistia en que se le pusiera al amigo un cubierto en la mesa!, ¡y le consultaba lasa decisiones antes que a sus padres!. Los pobres ya no sabian que hacer. Cuando el niño dejo de serlo para entrar en la pubertad comenzó a leer. ¡Y leía en alto para que Nicolás disfrutara del libro !. Y el abuelo Paco seguía diciendo;;"Este crio está chalao".
En esa època la familia tomó, en vista de los hechos, una terrible determinación; Mandarían a Alfredito al psicólogo. Este individuo(gafas de pasta, jersey de lana y barba descomunal)despuès de escrutar científicamente al chaval, diò su docta opinión;No le pasa nada. Cuando madure el mismo "matará" a Nicolás.
Entonces el abuelo, solemnemente repuso:"Ese loquero esta chalao"
Llegó la edad de las chicas. Entre que nuestro amigo, ya Alfredo, no era muy agraciado, su acné, su obsesión por la lectura, y sus largas conversaciones con Nicolás, las chicas le huían como a la peste.No le importó. Como cualquier adolescente se entregó al "amor propio", eso si, sin la ayuda de Nicolás;al que por otra parte seguía integrando en su cotidianeidad.Llegó la Universidad y Alfredo salió de casa por primera vez. Sus "colegas" tomaron con sentido del humor la "existencia" de Nicolás y lo integraron. Además como Alfredo estudiaba filología metía a su amigo imaginario en sus relatos. Uno de los cuales ganó un premio de ficción. Alfredo no entendía nada. Solo se limitó a hablar de Nicolás. Cuando se lo contaron, el abuelo Paco reaccionó diciendo:"Estos universitarios están chalaos"
Pasó el tiempo y Alfredo acabó la carrera y ganó la plaza de profesor de Literatura en el Instituto de una pequeña localidad.Ahora solo habla con Nicolás en privado. Y por fin ha empezado a relacionarse con mujeres. Se diría que quiere recuperar el tiempo perdido. Todas las fuerzas vivas femeninas de la localidad (compañeras, la panadera, la farmaceutica, hasta la de la locutora de la radio) han pasado por su cama.
Hace un rato acaban de llamarlo por teléfono. El abuelo Paco acaba de morir. Se ha vestido rapidamente y ha despedido a su compañera de cama. Va a coger el coche. He de darme prisa si quiero acompañarle. Por cierto que todavía no me he presentado;Soy Nicolás y creo que el abuelo Paco, está vez, no dirá nada.
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